"Además de la lectura de la biblia, que es palabra de Dios, un cristiano fiel a esa palabra tiene que leer también los signos de los tiempos, los acontecimientos, para iluminarlos con esa palabra".
(Monseñor Romero Homilía 30 de octubre de 1977, I-II p. 295).
con esto se complementa el crisatiano.
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