viernes, 4 de octubre de 2013

Medio Milagros!

Justo hace un año presencié algo que el querido Padre Pablo Ozcodi llamaría "medio milagro"... nuestra gata tuvo seis gatitos, como en cada camada grande uno es mas pequeño que los demas, en ese parto fue una gatita siamesa, a la que llamamos Phoebe... era nuestra consentida: la cargabamos todo el tiempo, jugabamos con ella y dulcemente correspondia a nuestro cariño... su cabeza parecia desproporcionada porque era tan flaquita... el 3 de octubre los gatitos tenian seis semanas de nacidos y ese día, cuando llegamos a la casa, enmedio de una tormenta, encontramos jugando a cinco gatitos con su mamá... Phoebe no estaba: la buscamos en todos los rincones de la casa, debajo de cada mueble, adentro de las gavetas y puertas, en el patio (aunque no paraba de llover)... y no apareció! Mi Daniela lloraba a mares y todos los demas sentiamos la preocupación por lo que habia pasado,.. era tan pequeñita! 
Las lágrimas de Daniela eran conmovedoras y cuando dejamos de buscarla nos sentamos a hablar... decidimos rezar y pedirle a Dios que la protegiera, me acorde de la fecha y le dije que le pidieramos a San Franciso en la vispera de su fiesta, porque el es el patrono de la naturaleza... le pedimos entonces, que rogara con nosotros por nuestra gatita. He de confesar que mas anime a Daniela a rezar, porque yo, definitivamente, no tenia esperanzas que Phoebe apareciera, pensaba que algun animal mas grande se la habia comido... mas tarde, el llanto dio paso al sueño, Daniela se quedó dormida enmedio de suspiros y cuando, por fin la vi dormir, empece yo a rezar... en mi oración le dije a Dios que yo sabia que eso era una trivialidad, que hay tantas cosas importantes y que no me atrevia a pedirle que nos apareciera a la gatita, pero que viera el llanto de mi hija y si tenia un lugarcito nos hiciera el milagro... finalmente y sin esperanzas nos fuimos todos a dormir!
A las 12:03, ya en la fiesta de San Francisco, Andrea toco la puerta de nuestro cuarto y nos dijo que oyeramos... era el maullido de un gatito! bajamos corriendo y en el techo del vecino lloraba Phoebe! Hugo puso la escalera y la bajo... estaba completamente seca, a pesar que habia llovido por horas! Despertamos a Daniela y le enseñamos a la gatita... todos lloramos y agradecimos que estuviera bien! 
Cuando apague la luz, yo todavia lloraba, y pude sentir que Dios me decia que aún esas cosas triviales eran importantes para El y que tambien de esas pequeñas cosas El se ocupaba! cuando fnalmente me quede dormida, tenia en el alma esa sensacion que experimentaba cuando estaba pequeña y me despertaba llena de miedo en la oscuridad de la noche, corria al cuarto de mis papas y me metia enmedio de ellos... me senti protegida  por mi Padre! con la certeza que El cuidaba de mi y los que amo (incluyendo mis mascotas)...





Esta es Phoebe, ahora se llama Misty Blue y vive feliz con una familia que la ama, y a la que ella ama tambien!

sábado, 22 de junio de 2013

Mi maestra, mi mamá!

Me acostumbre a verla en el desayuno hacer panes con lo que fuera: frijoles, queso, crema, jamón...  mientras ella comía... , llevaba, no se,seis, ocho, cuatro... yo sin preguntar siempre supe que eran para sus niños, los que solo ella sabia que llegaban a la escuela sin desayunar...
Era normal oírla hablar con las mamas de los compañeros de mis hermanos al final del año para pedirles los zapatos, camisas y pantalones de sus hijos... para llevarlos el año siguiente y darlos a los niños que no tenían uniforme... La oí muchas veces llamar a sus hermanos o amigos para pedirle que le ayudaran con los útiles de algún muchacho, a nosotros no nos permitía botar los colores, los bolsones o cuadernos que tenían aun paginas limpias... ella sabia que el año siguiente tendrían dueño...
Los almuerzos solían ser su desahogo de la frustración que le causaba escuchar o enterarse a través de las lágrimas, de los maltratos, penas, pobreza y miedo de sus niños... yo la vi sufrir la impotencia ante las injusticias del maltrato de un papá borracho, del trabajo duro después de clases, de saber una mente brillante desperdiciada por la condición de pobreza de una familia...
Se que cada día antes de iniciar las clases se encomendaba al Espíritu Santo para que no le permitiera ofender a alguno de sus alumnos, tratarlos con dignidad y poder enseñarles algo que les sirviera para la vida, porque siempre fue consiente que la materia prima de su trabajo eran personas y que una palabra o un gesto suyo podían marcar a un ser humano para siempre...
Supe de su preocupación diaria por enseñar valores antes que el uso de métodos anticonceptivos, por inculcar respeto a cada persona antes que conocimiento, por enseñar el uso práctico de hacer cuentas antes que las tablas... iba siempre mas allá de lo requerido en los programas educativos: pegar botones, hacer ruedos, clavar, cocinar...
Recibió cartas desde la cárcel, desde el cuartel, saludos desde otros países... y aun hoy, es frecuente que alguna persona, de cualquier condición social, la detenga para darle un abrazo y presentarle a sus hijos... asunto que le causa mucha alegría!
Se que como ella hay muchos maestros que viven su vocación y la responsabilidad de formar generaciones con la seriedad de quien sabe que tiene en sus manos el futuro del mundo, que sin demagogia o alardes y desde en el anonimato de un salón de clases, dejan su vida mientras enseñan a vivir! 



miércoles, 17 de abril de 2013

Princesa... si, pero como Leia!


Creo que fue solo el nombre lo que le llamo la atención a mi papá… a finales de los setentas la información sobre las novedades del cine eran mínimas y las películas llegaban hasta que las distribuidoras decidían que podíamos verlas… pero a él, que ya le gustaba la incipiente ciencia ficción, le fue suficiente el título: La Guerra de las Galaxias (¡esas traducciones de los 70´s!) para decidirse a llevarnos al cine… no sospechaba que ese día marcaria un hito en mi vida (creo que en la suya también)…
Esa tarde pude ver ese “espacio exterior” que solo podía imaginar a través de la sección de astronomía de la enciclopedia de mi casa… vi las estrellas muy de cerca, planetas nuevos, el cautivante ocaso de dos soles, seres de otros mundos, la eterna batalla entre el bien y el mal… Pero lo que realmente cambio mi mundo fue ella: la hermosa Princesa Leia, yo que amaba los cuentos de hadas vi en ella una imagen diferente a la de las princesas de mis historias favoritas… se metió en problemas por luchar por sus ideales y, aunque necesito ayuda de otros, no tuvo un rol pasivo en su rescate: se hizo cargo de la situación demostrando que sabia cuidarse y cuidar de otros, no tuvo miedo de enfrentar a sus enemigos o lo que a veces es más peligroso, a sus propios amigos, fue leal aunque casi le costó la vida, no tuvo miedo a la figura del poder y defendió sus ideas, era estratega pero no le asusto luchar físicamente, estuvo allí para alentar a otros a dar la batalla y permaneció firme y valiente en todo momento…  todo sin ensuciarse o despeinarse!… Al salir del cine, en medio del tropel de emociones que me provoco la película tuve una idea clara, decidí que quería ser como ella: Lista, dulce, valiente, fuerte, firme, fiel…
Después de tantos años, de los avances tecnológicos, las secuelas, las mil veces que he visto la película y la perspectiva diferente que tengo de la vida, sigo admirando a Leia, me sigue cautivando e igual que la primera vez que la vi pienso: Quiero ser Princesa, pero como Leia!