La carretera se dibujaba como una serpiente moviéndose entre verdes montículos... mientras la seguíamos, nuestra orientación cambiaba de un instante a otro... a ratos caía una suave lluvia... a ratos hacia sol... otros nos rodeaban nubarrones... y de repente, en medio de los arboles pudimos verlo dibujado, justo como lo imaginan los niños de en los primeros años de escuela... así como los retratan en las caricaturas de fantasía... nacía en una montaña y terminaba en otra... un tímido sol se podía ver detrás de él... los siete colores del espectro de la luz solar estaban claramente definidos... y su arco perfecto se marcaba a la curvatura de La Tierra... es el arcoiris mas hermoso que he visto en mi vida, quizá porque lo vi tan cerca que hasta pensé que íbamos a pasar debajo de él... sin embargo al llegar al deseado punto de coincidencia... no estaba mas... cuando lo busque en el cielo, había desaparecido... esa experiencia con el arcoiris me hizo pensar cuantas veces un sueño o una ilusión se dibujan hermosos en el horizonte... la emoción que provoca alcanzarlos... la ansiedad por llegar a ellos... y cuando uno cree que esta allí... simplemente desaparecen!... las ilusiones y sueños (los arcoiris de la vida) son un hermoso motivo para andar.... pero lo realmente importante es el esfuerzo para alcanzarlos, como mi arcoiris, muchas veces puede ser que al llegar a ellos uno se entera que no son precisamente lo que se esperaba o solamente no están allí, entonces lo único que queda, y por lo tanto, lo realmente valioso es el camino recorrido...
