viernes, 4 de diciembre de 2009

Teresa y las pequeñas cosas...

Siempre la he admirado...no me cabe la menor duda que en ella habitaba el Espitiru de Dios...tuve el privilegio de conocerla... la salude, me bendijo y esa sensación de sus manos en mi cara permaneció en mi piel aún horas después de despedirme... su pequeña y frágil figura es el símbolo de que la fuerza de una sola persona puede cambiar radicalmente la realidad del mundo... influyó en el siglo XX sin pretender fundar una gran institución o inventar algún portento... uso el método de lo sencillo y es que ella pensaba que: "En esta vida no podemos hacer grandes cosas. Solo podemos hacer pequeñas cosas con un gran cariño" y así actuó, haciendo pequeñas cosas... las hacia una a una... limpiaba una herida, confortaba a un enfermo, le daba techo a un niño, consolaba a una madre que sufría, alimentaba a un hambriento... por eso decía: "Ten fe en las pequeñas cosas porque en ellas reside tu fuerza".

Ella solo me confirma que lo importante que son las pequeñas cosas, a través de ellas se pueden alcanzar cosas realmente grandes, se puede hasta ganar el cielo...


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