miércoles, 23 de diciembre de 2009

¿A que huele un establo?



Hace unos diez años, uno de mis tios, veterinario y por supuesto con conocimiento del tema, al momento de darnos el abrazo de navidad nos pregunto... ¿a que huele un establo?... y en su particular lenguaje describió el olor como "nauseabundo"... luego nos pregunto... ¿quien de ustedes voluntariamente escogería un establo para que naciera su hijo?... desde ese día cambio mi perspectiva acerca del nacimiento de Jesús, se terminó la idea romántica del pesebre... y es que la tradición y las hermosas imágenes de la Santísima Virgen, San José, los animales, los pastores... adornados y limpios nos han hecho olvidar la realidad de la miseria en la que el Hijo de Dios escogió llegar al mundo... no era un lugar bonito seguramente, ni siquiera reunía condiciones higiénicas mínimas... ¿cuanta oscuridad rodeo el parto?¿cuanto miedo, dolor y frío habrán sentido esa noche?¿cuanto habrá caminado José para conseguir agua para lavar al recién nacido? ¿que angustia habrá vivido María al tener que recostar a su hijo en un pesebre, seguramente plagado de pulgas y garrapatas? ¿que sintieron rodeados del sudor de los animales, sus desechos, sus sonidos?...el Dueño de la vida, el Señor de la historia.... naciendo las peores circunstancias imaginables... ¿cuanto se parece mi corazón a un establo?...
El amor no es un sentimiento, es un acto de la voluntad... y Dios decidió amarnos viniendo al mundo en esas condiciones particularmente miserables... ante tal realidad solo puedo proclamar con la Iglesia: ¡Bendito pecado que mereció tal Redentor!

3 comentarios:

  1. Gracias Carmen me hace reflexionar mucho, y meditar sobre el verdadero sentido de esta fiesta. Dios te bendiga a ti y toda tu familia. Feliz navidad!!!

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  2. Carmen: me ha hecho meditar mucho esta reflexión. Aunque te soy franca, ya había pensado en realidad de las ocndiciones en qeu nació Jesús, y esas angustias que la Virgen habrá pasado. Es allí donde igual pienso en el "establo" de mi corazón y pienso cuanto debo limpiar y cambiar, para que verdaderamente Jesús nazca en las condiciones ideales.
    Pero, el mismo Jesus se encarga de ayudarnos a limpiar nuestro corazón, y para ello está el sacramento de la reconciliación, y hoy es cuando tomar conciencia, y limpiar, sanar y volver a empezar, para que Jesús nazca en un corazón limpio y grato a él.

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  3. Me ha hecho no solo ver o sentir mi propio establo, sino sentirme avergonzada de el. Estoy tan abstraida por otras situaciones que no me he detenido a pensar mas en que mis miserias solo convierten mi establo en un lugar menos digono para el Hijo de Dios, el que me creo apra hacer cosas grandes... Gracias mi amiga y al tio Alfredo tambien...

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