Decir Adios!

Nunca es fácil decir adiós, sobre todo cuando las despedidas son inesperadas... el sentimiento mas fuerte en esos momentos es la nostalgia por lo que no ha sido... esa intensa sensación de cosas inconclusas... de momentos no compartidos... de palabras atoradas en la garganta enredadas en la cobardía... y es que hay algo en la naturaleza humana que de manera irracional niega que las despedidas tienen que llegar, aunque ese sea el único hecho garantizado en nuestra existencia... por eso suelen postergarse las muestras de cariño y se exageran diferencias... rompiendo vínculos que nos privan de recuerdos que en algún momento lamentamos...
Aunque las despedidas sean momentos dolorosos tienen algo irónicamente hermoso: las muestras de cariño de los amigos, esas personas elegidas para compartir la vida... sin embargo, creo que tienen aun mas valor las palabras de los familiares... cuando dejan claro que van a extrañar al que se va, no por el vinculo de sangre que les une o la simple costumbre de la convivencia, si no, por quien ha sido... ese contraste de sentimientos se parece mucho a una tarde de lluvia mientras brilla el sol... justo lo que paso en el adiós de Nando... mientras las gotas de lluvia se mezclaban con nuestras lagrimas, el sol alumbraba en el cielo... y estoy segura que todos en el cementerio sentimos que esa, era su ultima caricia...