lunes, 16 de noviembre de 2009

Reencuentros



La vida no perdona... y tiene esa particularidad de ser como una avalancha que arrasa y transforma la geografia de las personas: la carrera que se estudia, el trabajo que se desempeña, las personas que llegan y los que se van, las experiencias, las circunstancias.... se convierten en una fuerza transformadora que constantemente va recreando a cada ser humano... arrastra muchas veces hasta la identidad del individuo... pero Dios tiene un remedio para este mal y regala "amigos ancla" esos que llegaron a tu vida cuando eras aun un niño o un adolescente... que fueron tus compañeros de estudio o de juegos y con los que compartiste por igual risas, tiempos difíciles, travesuras, momentos complicados, encuentros y desencuentros... aquellos que te conocieron cuando eras tú en esencia, sin los matices que las circunstancias imponen... los que te quieren sin interés porque cuando llegaron a tu vida no tenias nada que dar, mas que tu tiempo para compartir... esos amigos te aman y te saben como realmente sos, te conocen a ti como ser humano, no el rol que jugas en la vida... escucharon tus sueños e ilusiones intactos, y recuerdan tu forma de básica de ser... son seres indispensables, porque cuando te reencontras con ellos podes reencontrarte contigo mismo y con un poco de lo que quizá necesitas rescatar de ti...




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