jueves, 22 de octubre de 2009

Bienaventurados los pobres!

Hace un par de años, iba a misa, en día de semana, a la cripta de una iglesia que tiene la particularidad que sus feligreses sean de los extremos de la sociedad... los que tienen mucho económicamente y los que no tienen nada... a esta misa asisten funcionarios, empresarios, gente influyente y tambien van los vecinos de la comunidad marginal... ¡el contraste es enorme!... un dia, en la adoración del Santísimo, levante la cabeza y me fije en todos los que con recogimiento oraban, pense en cada uno con sus propios problemas, preocupaciones, miedos... me llamo la atencion una viejecita, que oraba muy concentrada y su cara reflejaba angustia... en ese momento decidí no pedir por mi, si no por ella y en mi absurda oración le pedi al Señor que escuchara sus ruegos, especialmente, porque los demas tenian algun medio extra para resolver sus problemas y ella solo lo tenia a El... entonces recibí un golpe en mi cabeza, aquellas palabras del Evangelio "Bienaventurados los pobres..." tuvieron para mi todo el sentido del mundo... esa es la pobreza tan alabada en la Biblia... no poner la esperanza en las propias capacidades, bienes materiales o los demás... si no tener la certeza que solo se cuenta con Dios...

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