martes, 29 de septiembre de 2009

Dios y el rayo...


Algo ha cambiado... ellas o mi forma de sentirlas... pero las tormentas hoy no son igual que antes, llegan repentinamente, con cantidades infinitas de agua y no vienen solas... traen consigo vientos fuertes, rayos espectaculares y una oscuridad que asusta... se siente, como si anunciaran la inminente llegada de un monstruo feroz dispuesto a devorar lo que encuentre al paso... y es que algunas veces es así... pensándolo bien, quizá son sus consecuencias lo que realmente me hace miedo... 
Pero ese miedo tiene que quedarse guardado cuando debo explicar a una aguda mente de seis años "¿que son los rayos?"... y al tratar de darle una respuesta que nos satisfaga a ambas, es precisamente un rayo lo que golpea mis neuronas... un rayo es algo... como Dios... un solo fenómeno, una sola naturaleza, con tres efectos diferentes, cada uno distinto del otro, procedentes de la misma fuente pero con su propio nombre: el trueno (el ruido)... ineludible, poderoso, que inunda todos los espacios... como el Padre; el rayo (la descarga eléctrica)... la energía, lo que quema, lo que transforma cualquier cosa que toque, como el Espíritu Santo; y el relámpago (la luz)... que rompe la oscuridad, que penetra el mas escondido rincón, que revela lo oculto... como Jesús.
Al final de todo fue fácil entender un fenómeno complejo como el rayo, cuando se tiene claro un concepto tan sencillo como el de Dios...

1 comentario:

  1. Bienvenida a este mundo de locos, Negra. No dejes de escribir todos los días un poco, aunque sean sólo tres líneas. Como tienes encanto, lograrás encantar a muchos con tus pequeñas cosas.

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