domingo, 1 de mayo de 2011

Tres rostros


Hubo tres GRANDES seres que pasaron por la historia reciente dejando profunda huella en nuestro tiempo... tres formas diferentes de vivir el Evangelio, tres rostros del mismo Cristo, uno: incomprendido, que supo ver el sufrimiento del Crucificado en el rostro de cada ser humano victima de la injusticia, que al igual que a su Maestro también pago con su vida la osadía de alzar la voz para denunciar y que como Jesús también perdono a sus asesinos, otra: que amo a su Señor en cada ser humano dolorido que encontró en su camino, que enseño que el amor es algo concreto que no sirve de nada si no se transforma en acción,  si no sana, si  no alivia una pena; y el tercero, que sabiendo que el era Pedro, apacentó a las ovejas  corderos, como Jesus le encargo, caminando sin descanso para construir aquí en la tierra el Reino de los Cielos, que ilumino con sus palabras el confuso vértigo del tiempo que vivimos ... cada uno desde su lugar transformo al mundo y yo he tenido la dicha de ser bendecida por los tres... cada uno se parecía tanto a Cristo que seguramente si Simeon hubiera estado en mi lugar, también habria cantado el con el mismo gozo las palabras que entono en el templo... 

"Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido,  porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel" Lc. 2, 29 - 32




No hay comentarios:

Publicar un comentario